¿Qué Puede y QuÉ No puede hacer un perito traductor?
En México, un perito traductor es un profesional especializado en traducción que está registrado ante un tribunal o una autoridad judicial. Tiene ciertas responsabilidades y limitaciones bien definidas. Aquí te explico lo que puede y no puede hacer un perito traductor.
Lo que puede hacer un perito traductor:
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Traducir documentos con validez legal: Un perito traductor puede traducir documentos oficiales que serán presentados en procedimientos judiciales, como contratos, testamentos, actas de nacimiento, documentos de divorcio, o pruebas legales. Su traducción tiene peso legal, ya que está certificada con su sello y firma.
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Certificar traducciones: Además de traducir, el perito traductor certifica que la traducción es fiel al documento original. Esto es fundamental en procesos legales donde la exactitud es crucial. Su firma y sello dan validez oficial a la traducción.
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Ser llamado como testigo o experto en juicios: Los peritos traductores también pueden ser convocados por los jueces para actuar como testigos expertos en juicios donde sea necesario interpretar documentos o declaraciones en otro idioma. Su rol es ofrecer una traducción objetiva y precisa.
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​Fungir como perito de parte. Es decir, una parte en un litigio (el demandado o el demandante) puede elegir al perito de su elección, negociar los honorarios y condiciones con él y presentarlo como su perito ante el litigio.
Lo que no puede hacer un perito traductor:
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Modificar el contenido: Un perito traductor no tiene permitido alterar o modificar el contenido del documento original. Su función es únicamente traducir de forma fiel, sin hacer interpretaciones ni agregar o eliminar información.
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Ostentarse como fedatario público. Los peritos traductores no cuentan con fe pública como sí lo hacen los notarios públicos, los corredores públicos, los actuarios y otros funcionarios así autorizados expresamente por el gobierno. Los peritos traductores no tienen esta atribución y, por ello, no deberían ostentarse como tales.
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Actuar fuera de su registro: Los peritos traductores deben estar registrados ante una autoridad judicial en el estado donde trabajan. No pueden actuar como peritos en otros estados si no están autorizados allí.
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Emitir opiniones personales: Su labor es únicamente técnica. Un perito traductor no debe emitir juicios de valorsobre el contenido de los documentos ni tomar partido en los casos en los que participa.
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Usar el escudo nacional en su sello. En caso de que los peritos deseen usar un sello para sus traducciones, este no deberá contener el escudo nacional, pues el uso de este símbolo patrio está regulado por ley y reservado al gobierno y a funcionarios nombrados por estos (como los notarios, por ejemplo), autorización que el perito traductor no tiene.
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Replicar el formato original de los documentos que traduce. Todos los elementos no textuales en una traducción como son sellos, firmas, membretes, códigos QR, códigos de barras, identificadores gráficos (como logotipos), elementos de seguridad como hologramas, tramas, entre otros, deben ser descritos y acotados por el perito traductor, pero nunca reproducidos tal cual. Esto podría prestarse a delitos de falsificación y, además, crear la confusión entre el receptor de que el documento es un original expedido por esa institución, empresa o autoridad, cosa que no es así.
En resumen, un perito traductor en México tiene la importante tarea de asegurar la exactitud de las traducciones en contextos legales, pero siempre debe actuar dentro de los límites de la ley.